jueves, 19 de julio de 2018

Hablemos de un básico: los pañales

Si me sigues en las redes, a lo mejor te has fijado en que mi maternidad es muy minimalista en lo que a lo material se refiere. Vamos, que por no tener, no tenemos ni carro, ni silla, ni cuna, ni minicuna, ni maxi cosi, ni parque, ni mueble cambiador, ni bolsa de maternidad, ni chupetes, ni biberones, ni mordedores, ni trona (hasta ayer), ni... no sé, no tenemos un montón de cosas que la gente tiene. Y otras que tenemos, como cremas para el culete, hidratantes, geles de ducha de bebé, casi ni usamos. Os debo un post sobre cosmética.



Ya me entrené en el embarazo, al que sobreviví sin comprar ni una sola prenda de premamá. Has oído bien, nasti de plasti, y tampoco me prestaron, ¿eh?, que yo no hago trampas. Es que lo de ir de compras me da perezón en general.

Claro que de lo que no hemos podido librarnos es de comprar pañales. Es lo que tienen los bebés, que son muy adorables y muy tiernos y cagan mogollón. Que a lo mejor has leído esas teorías modernas de observar a tu bebé y estar en plena comunión con él y entender los gestos que anticipan una plasta, pero ya te digo que nuestra enana es poco fina y a veces dices :"esta niña está a punto de hacerse lo más grande" y aciertas, y otras veces las plastas son silenciosas e igual de peligrosas y pestilentes. No te recomiendo pues que estés atenta a las señales de tu bebé y que prescindas de los pañales, por si eres una loquer que se lo estaba planteando. 

Nuestra idea era haber investigado sobre los pañales de tela, pero ya sabes que se adelantó el parto y nos pilló en bragas (nunca mejor dicho). Así que nuestro primer paquete de pañales fue uno que compramos en la farmacia que estaba más cerca del hospital donde di a luz: Dodot Sensitive talla 0, especiales para bebés entre 1,5 kg y 2,5 kg. Lanzo llamamiento: fabricantes de pañales del mundo, pensad en los bebés prematuros para vuestros productos; desgraciadamente, hay mercado.

Desde entonces, solo hemos probado 5 marcas o modelos diferentes, algunos no lo suficiente como para hacernos una idea seria. Pero bueno, yo te lo cuento igual:


1. Dodot Sensitive 



Como te decía, los primeros que tuvimos. Muy absorbentes, tanto que en la UCI se le quedaba el culillo pegado. Escapes, lo normal, y precio, pues creo que de los más caros dentro de los pañales "estándar" de supermercado. No tuvimos problemas de rojeces. Los calificaría en general como un buen pañal, aunque nos hayamos cambiado a otra marca (te lo cuento más adelante).


2. Chelino

Como había oído hablar muy bien de ellos, hice un pedido online y los probé. Me pareció que tenían una excelente relación calidad/precio, muy absorbentes, escapes lo normal. Lo que menos me gustó era el olor. En casa somos muy maniáticos con que los productos de bebé no huelan a nada y recuerdo que estos pañales nos olían, así que descartados para nosotros. 


3. Pingo
Con Pingo llegó el amor. Nos llegaron unas muestras, los tocamos y ya está, no hizo falta mucho más, es el pañal definitivo para nosotros. Es que el tacto es increíble. Tienen todo lo que buscamos en un pañal: suavidad extrema, aguantan y ajustan genial, poca sensación de humedad en la piel, cero olor. Escapes, lo normal. Se ve que o somos muy lerders poniendo pañales o lo de nuestra peque se sale de lo común, pero aún no hemos dado con el pañal definitivo "sin escapes". Y bueno, ya lo que me acabó de convencer son los valores de la empresa y su forma de trabajar. El precio es elevado en comparación con otros pañales, pero es un gasto que podemos asumir y que nos estamos ahorrando en cremas y químicos. Yo los compro online en Agarnatur, que es la tienda de una amiga y no me paga por poner este enlace ni nada. 


4. Moltex



No se puede decir que hayamos tenido mucha opción de valorarlos en detalle, ya que solo probé como 3 ó 4 pañales que me dieron de muestra, así que no te puedo hablar demasiado. Yo estaba por la labor de darles una oportunidad y comprar un paquete ya que me pareció que tenían buena pinta y encontré una oferta en una tienda al lado de casa, pero parejo me convenció y me dijo que si estábamos a gusto con Pingo, para qué andar probando. Eso y que vienen decorados con motivos de Pocoyó, que aunque es un ser angelical e inocuo (creo), en esta casa somos un poco bastante raros y pasamos de entrar o introducir el consumismo infantil en la medida de lo posible a tan tiernas edades. 


5. Dodot pants




He de decir que estos pañales me han llegado gratis para que los probara, así que no puedo valorarlos desde la perspectiva de haber pagado por ellos. 

Es un pañal braguita en lugar de un pañal tradicional con cierres de pega, así que pensé: "oh, qué guay, veamos si esta es la solución definitiva y no tenemos que comernos más la cabeza con nuestro lerderismo a la hora de ajustar pañales y nos olvidamos de los escapes".  Parejo pensó un poco distinto y me dijo que "nuestra hija no era una coneja y que me dejara ya de hacer experimentos". 




También me dijo que no lo veía, lo de los pañales braguita, porque a ver si al quitarlos le íbamos a restregar toda la caca a la niña. Yo también me preocupé. Pero desde aquí te digo que no, que están pensados para quitarlos rompiéndolos por los lados. Repito: rompiéndolos por los lados. 

La verdad es que nosotros no tenemos la batalla esa que dice la publi a la hora de poner el pañal. Seguro que es porque nuestra enana no se mueve demasiado aún. A veces me pregunto si la prematuridad tendrá algo que ver o si es que es así de vaga por naturaleza, que para algo me pasé yo la infancia calcando mapas y no estaría mal que hubiera heredado alguno de mis genes. 

La verdad es que nos ha gustado el ajuste, los laterales elásticos hacen que sean unos pañales de los que se quedan muy pegaditos a la espalda. Pero por lo demás, no le vemos demasiadas ventajas y, por contra, sí algunos inconvenientes frente a nuestros pañales actuales: 


  • Nos da la impresión de que están menos secos al tacto y hay que cambiarlos más a menudo
  • Lo de que se metan como una braguita, más que facilitar el cambio de pañal, hacen que apriete bien fuerte el esfínter (vamos, que me acojono toíta) a la espera de que la peque decida mearse (o peor, ya tú sabes) en pleno cambio. Cosa que con un pañal de los de siempre pues no me pasa, porque lo pongo debajo a modo de contención mientras lo ajusto y me da más sensación de seguridad. 



Conclusión

Ya ves que en esto de los pañales no somos muy de cambiar ni de probar demasiado. Mientras la muy pequeña nuestra siga estando un poquito alelada y, por tanto, se preste a una colaboración moderada en el momento cambio de pañal, no suponen una ventaja destacable para nosotros los pañales tipo braguita. Quizá más adelante tenga que desdecir mis palabras cienes de veces.

Dentro de los pañales tradicionales, seguiremos fieles a Pingo, aunque sean de precio más elevado que otros: nos compensa que la bebé siga teniendo la piel tan estupenda sin utilizar apenas cremas, solo de forma muy esporádica. Porque total, escapes hemos tenido con todos.

Y es que contra unos padres un poco lerders no hay nada que hacer. 

¿Y tú? ¿Has encontrado el pañal perfecto?


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