martes, 24 de octubre de 2017

Locuras hipster: por qué no saber el sexo del bebé hasta el nacimiento

Pues en realidad, no existe un motivo único ni para nosotros ha sido especialmente premeditado... 




Desde que supimos que estaba embarazada y nos atrevimos a hablar del peque que está por llegar, de vez en cuando comentábamos si teníamos alguna preferencia sobre su sexo. Yo siempre me dirijo al pollito como un niño, en masculino (quizá que pase la mayoría de mi vida rodeada de hombres tiene algo que ver), pero no porque prefiera que sea un varón, sino porque creo que lo es. Aunque no confío demasiado en mi intuición, eso del sexto sentido femenino lo veo un poco patraña o cuento de viejas. La verdad es que el sexo me parece un detalle sin importancia. Parejo, sin embargo, nos desea "buenas noches a las dos" y piensa que pollito es una niña y tiene una ligera preferencia porque sea una niña. A lo mejor le pasa lo contrario que a mí, él vive conmigo y dos gatas hembras más en casa, así que pensará que ya puestos, sigamos en el mundo mujeril y marujil. Pero me consta que estaría encantadísimo con un niño también. 


Nuestra moneda de la suerte se ha pronunciado y ha dicho que es un niño. 

Como comentaba, la cosa surgió con bastante espontaneidad. En principio, habíamos pensado en saberlo. La eco de las 12 fue bastante precipitada (en agosto, Madrid, bajo mínimos, la seguridad social no nos daba fecha para poder realizarla en plazo y tuvimos que buscar una alternativa en el único día en que podía hacerla justo antes de irnos de vacaciones a otra provincia), así que con las prisas, ni el médico nos dijo nada acerca del sexo ni nosotros preguntamos. 

A punto de hacer una nueva eco en la semana 16, pues tuvimos LA conversación (chan chan chan). Ninguno de los dos tenía excesiva curiosidad ni vivía el no saber el sexo como una incertidumbre grande, no más allá de desconocer otros atributos del pollito o de lo que está por venir: tampoco tenemos ni pajolera idea de si será dormilón o alborotado, rubio o moreno, grande o pequeño... Al poco de tener serias dudas sobre si queríamos saberlo o seguir alargando la incertidumbre, unos vecinos nos contaron que ellos no supieron el sexo de su hija hasta el nacimiento y nos pareció una experiencia muy chula. Hasta ese momento, no habíamos conocido a nadie que hubiera esperado hasta el parto, y su testimonio nos acabó de convencer. 

Y aquí estamos, en la semana 22 sin tener ni idea de si pollito es un niño o una niña y muy contentos igualmente. Mucha gente nos pregunta cómo lo hacemos, si no es difícil que los médicos metan la pata, y la verdad es que de momento hemos tenido mucha suerte: la gine que me está llevando el embarazo es un encanto y nos ha dicho que se lo recordemos cada vez que vayamos, y que si nosotros no queremos saberlo, ella tampoco va a mirarlo para evitar cualquier posible metedura de pata y que así sea sorpresa para todos. Al ginecólogo que nos hizo la eco de las 20 semanas, simplemente le pedimos su colaboración para mantener el secreto, y nos dijo que estupendo, que él tendría que mirarlo para asegurarse de que los genitales estaban bien formados y no había ambigüedad, pero que nos avisaría para que no miráramos la pantalla mientras él lo revisaba. Como si fuéramos a distinguir algo (que igual sí, ni idea). Y eso hicimos, nos advirtió, no miramos y ya está. Antes de salir de la consulta tuve un momento de curiosidad extrema y le pregunté:

-¿Entonces tú si que has visto lo que es?
- Claro- me contestó medio riendo- Si quieres te lo digo. 
- No, no, no, muchas gracias.

Ya está. Si conseguimos continuar aguantando la curiosidad y los médicos nos siguen el juego, nos plantaremos en paritorio esperando a nuestro pollito con dos nombres pensados (con un poco de suerte, llegaremos a un acuerdo...aunque no nos lo estamos tomando muy en serio) y listo. 

Por cierto, no deja de sorprenderme la reacción de algunas personas cuando nos preguntan si ya sabemos si es niño o niña y les decimos que preferimos esperar. Desde el "¿pero entonces cómo vas a decorar su habitación?" al "¿y de qué le vas a comprar la ropa?". Y yo: "pues de bebé, de qué va a ser, de bebé. Espero que al menos nos salga de la especie humana, no vaya a ser que para un hurón". 

Gensanta. 

Menos mal que sigo siendo siendo bastante escapista y me estoy librando de la mayoría de conversaciones y consejos no pedidos. Tan feliz, oiga. 

2 comentarios:

  1. Yo voy mañana a las 20 y me lo dirán
    ...estaba pensando ser subversiva y no quererlo saber...pero sería demasiado nada contra corriente y no quiero luchar otra mini batalla más contra la opinión pública jaja
    Así que... mañana lo sabré.

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    1. A esta alturas entonces ya sabrás (si ha habido suerte y el gine ha podido ver las partes nobles de tu pollito) si lo que esperas es un niño o una niña :) Qué bien. No te preocupes, que la subversividad se practica desde muchos frentes y si estás por la labor, aún puedes escandalizar a algunos sectores de la opinión pública dotándole a tu pollito de personalidad desconocida, libre de estereotipos, aún conociendo lo que tiene entre las piernas :)
      Sea lo que sea, ¡enhorabuena total por tu preñamiento!

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