Uy, uy, chatungos. Preveo que este post se las va a traer. Voy a sacar todo lo chungo que hay en mí. Apártense si creen que les puede salpicar.
En estos días en que las bloggers de postín hacen repaso a su año con cientos de fotos chulérrimas, todo a conjunto, la diadema de la niña con el cojín de brocado francés del XIX con el jersey del perro, y se deleitan con listados interminables de todo lo bueno que les ha pasado, yo me salgo del tiesto y grito a los cuatro vientos...
FUCKING 2015, FUCK YOU!!!
A LOT.
Este año no voy yo a celebrar la Nochevieja, noooooo, voy a celebrar que por fin desapareces de mi vida. Puñetero, que eres un puñetero. Que me has engañado, y otra cosa no, pero la deslealtad no la perdono. Me embaucaste con cantos de sirena durante los primeros seis meses, después de un 2014 para olvidar: que si la ilusión de la reforma (también conocida como obra de El Escorial ampliada), que si la ilusión y el enajenamiento por el bebé, que si la ilusión y los encantos de la granciudad. Falso. Traidor. Judas, más que Judas. Tú lo que eres, fucking 2015, tú lo que eres es un joputa de manual.
Que la segunda mitad del año no ha tenido nombre, malnacido. Me he estrellado cuando iba a toda velocidad, a ver quién me paga a mí ahora la rehabilitación estando la Seguridad Social (SS, por sus siglas, no lo olviden) como está, mamonazo.
No tienes corazón.
Y es que, fucking 2015, pasarás a la historia como el año del FRACASO. Me has enseñado cosas tan útiles para la vida misma como los sentimientos que se despiertan cuando una falla estrepitosamente como pareja. También he aprendido acerca de los sentimientos que se despiertan cuando aparecen y reaparecen las enfermedades a tu alrededor. Por si fuera poco, ahora sé mucho más acerca de los sentimientos que se despiertan cuando las ilusiones trascendentes no se cumplen y se pierde el control y el rumbo, y la identidad, y la perspectiva, y solo queda incertidumbre. Además, todo gracias a ti, he vuelto a revivir los sentimientos que se despiertan cuando algunas personas tienen empatía ínfima y aún así, no callan por prudencia pudiendo hablar por ignorancia. Y como parece que no te quedabas satisfecho, que oye, aprender es muy interesante y para qué cuyons vamos a dosificar pudiendo meterlo todo de golpe en unos meses, que es mucho más eficiente, aprovechaste para mostrarme los sentimientos que se despiertan con las disputas vecinales y los juicios y las obras sin acabar y las cajas de mudanza indestructibles.
Hasta los bemoles de los sentimientos que se despiertan, fucking 2015, hasta los bemoles y más allá.
Por todo esto, gracias, majete. Que te den mogollón. El día 31 te voy a despedir por todo lo alto.
Y no te pienso echar de menos.